Español

Nota sobre la traducción del alemán al castellano

Las biografías son una versión abreviada de la investigación y los textos del historiador Hans-Jürgen Kremer, publicados en 2021 bajo el título Éxodo, expulsión, Shoah: La vida y la muerte de los judíos de Germersheim entre 1933 y 1945, [original alemán sin traducción, Exodus, Vertreibung, Shoah: Vom Leben und Sterben der Juden aus Germersheim 1933/1945] por la asociación Verein Interkultur Germersheim e.V.

Los textos fueron adaptados a su versión breve por las profesoras Dr. Sabina Matter-Seibel y Dr. Renata Makarska, quienes, desde la Facultad de Estudios de Lengua, Cultura y Traducción de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia en Germersheim impulsaron un proyecto de traducción en varias lenguas, con motivo de la instalación de las piedras de la memoria en las calles de la ciudad de Germersheim, en la primavera de 2022. El grupo de traducción alemán-español se sumó a este proyecto durante las clases del semestre de verano de 2022. Nuestro agradecimiento desde aquí a las Profs. Matter Seibel y Makarska por su dedicación y esfuerzos.
El equipo de traducción al español estuvo formado por Dr. Verónica Abrego (docente), Melanie Arnold, Freya Hühne, Clara Ketterer, Isaac Molina Chorres, Anne-Sophie Preuß, Pascal Quernheim, Lisa-Marie Riedel, Yaylis Mariam Schad, Melissa Michele Schmidt, Julia Steinert, Veronika Maria Walczyk y Astrid Michele Worboys, estudiantes del Máster en translación.

Como introducción al proyecto, recogimos toda la información histórica necesaria para comprender los textos en profundidad y dedicamos varias clases a actualizar y compartir conocimientos sobre los hechos en el contexto de un grupo de proveniencia internacional. Asimismo abrimos un debate sobre la actualidad y relevancia del tema en la formación humanística universitaria. Nos conmovió especialmente constatar cómo la persecución y exterminio de las judías y los judíos europeos, de personas de los grupos étnicos Sinti y Roma, homosexuales, disidentes politicos, discapacitados físicos y mentales, es decir, cómo el acontecimiento histórico de enorme alcance que es el Holocausto tuvo lugar en ese marco inmediato y conocido que es la ciudad donde se encuentra nuestra facultad, en las calles por las que caminamos diariamente.

La traducción en sí presentó numerosos desafíos. El título mismo del encargo se constituyó en el primer problema a tematizar y resolver: “Stolpersteine”, literalmente “piedras – adoquines – que nos hacen tropezar”, son un culturema que reclama explicación. Esta intervención en el espacio público que iniciara el artista y escultor alemán Gunter Demnig en la década de los noventa – y que sigue implementando hasta el presente con más de 100.000 piedras de la memoria instaladas – conmemora desde entonces en muchas ciudades alemanas y europeas a las víctimas del nazismo. Las y los pasantes tropezamos con un adoquín enchapado en bronce que lleva el nombre, la fecha y el lugar de nacimiento y muerte de una víctima y está emplazado en el pavimento frente al último hogar en el que vivió por propia elección. Las piedras de la memoria son pequeños homenajes que nos obligan a suspender por un momento nuestro trajín cotidiano y a tomar conciencia de las ausencias causadas por la violencia nazi. También en España las piedras de la memoria recuerdan hoy a más de 650 de los miles de republicanos españoles deportados a los campos nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La tarea de traducir los textos nos confrontó con el uso de la lengua del regimen nazi, los términos que acuñó y a los que deformó para siempre con su peso ideológico. Un caso particularmente representativo es “La Noche de los Cristales Rotos”, el nombre que le dieron los vecinos de Berlín a la explosión de violencia nazi en torno al 9 de noviembre de 1938, en la que ni solo se rompieron cristales, ni la que tampoco duró solo una noche. En los acontecimientos que hoy reciben el nombre menos eufemístico de “Pogromo de Noviembre” no solo se registraron numerosos muertos y heridos, se saquearon casas y se quemaron sinagogas. Las biografías de la ciudad de Germersheim muestran cómo entonces los vecinos judíos fueron sometidos a actos de violencia y degradación pública, a traslados, encarcelamientos y amenazas de abandonar el país, en el primer paso de una operación organizada a gran escala de la que se aprovecharon personas conocidas localmente con sus nombres y apellidos. Para aclarar este y otros términos agregamos a los textos notas de traducción que remitimos en muchos casos a la página en español del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem.

La lectura de estas suscintas biografías deja al descubierto el abismo de la humanidad denegada y sigue siendo necesaria, hoy con renovado vigor. Junto a los equipos de traducción de las otras lenguas, esperamos que los textos que hemos traducido al español ofrezcan una interpretación instructiva de un capítulo muy oscuro de la historia alemana y que sirvan de advertencia frente a cualquier tipo de propaganda que degrade al ser humano.

Germersheim, marzo de 2024
Verónica Abrego y participantes del proyecto de traducción


1a. Ernst Cahn y familia (nacido en Germersheim, sin piedras de la memoria)
1b. Otto Cahn y familia (vecino de Germersheim,
de la calle principal Hauptstraße, sin piedras de la memoria)

Las familias de los comerciantes Ernst Cahn (1873-1946) y Otto Cahn (1882-1920), sin parentesco mutuo alguno, procedían de Rülzheim, uno de los centros de la colectividad judía rural del Palatinado.

Ernst Cahn, cuyo padre, Raphael Cahn, fue presidente de la comunidad judía de Germersheim, abandonó su ciudad natal y alcanzó gran prosperidad en Mannheim. El comerciante tuvo tres hijos: Elise (fallecida en 1919), Erich y Kurt.

Otto Cahn, hijo del comerciante de cereales Isaak Cahn, se estableció en Germersheim a principios del siglo XX. En 1912 se hizo cargo de una tienda de ropa de mujer, cortinas y artículos manufacturados que había pertenecido a una viuda judía y también fue elegido miembro del comité de la sinagoga de Germersheim. Anteriormente, en 1907, él y el comerciante Noë Rosenbaum habían sido registrados como propietarios de la fábrica de cigarros Lorenz en el vecino pueblo de Lingenfeld.

Otto Cahn y su esposa Hedwig tuvieron tres hijos: Hans, Fritz y Walter Wolfgang, quienes nacieron entre 1912 y 1915 en la calle Hauptstraße 136 de Germersheim, justo antes de que el progenitor de la familia fuera llamado a filas en la Primera Guerra Mundial. Otto cumplió con el servicio militar en el frente, pero su salud se dañó. Dos años después de su baja del ejército, Otto Cahn falleció a los 38 años. Su viuda administró entonces sola el negocio de productos manufacturados y se dedicó a cuidar de los tres pequeños. Además de la crisis económica, la llegada al poder de los nacionalsocialistas acarreó una avalancha de regulaciones que envenenaron el ambiente privado, social y político. La discriminación y el menosprecio sistemático prescritos por la ley, especialmente por las Leyes de Núremberg destinadas a “proteger la sangre alemana”, influyeron negativamente en la vida cotidiana de los Cahn. Así, por ejemplo, no pudieron seguir empleando a la trabajadora doméstica de 24 años Amalie Billmeyer, oriunda de Lingenfeld y de “sangre alemana”, pues las leyes incluían desde diciembre de 1935 una prohibición. En la casa de los Cahn vivía aun el hijo menor de la familia, Walter, quien entonces tenía 20 años; a través de esa medida, las autoridades nazis pretendían evitar que entre ambos jóvenes se estableciera una relación que pudiera derivar en la “contaminación” de la “sangre aria pura”.

Hedwig Cahn emigró con sus tres hijos a los Estados Unidos entre 1936 y 1938.

En otoño de 1938, los hijos de Ernst Cahn, Erich y Kurt, también consiguieron partir a los Estados Unidos, pero sin sus progenitores. Forzado a abandonar su espacioso y confortable piso del centro de la cercana ciudad de Mannheim, el matrimonio Cahn fue deportado el 22 de octubre de 1940 al campo de concentración de Gurs, en el sur de Francia. Allí fueron separados, porque las personas se alojaban según el sexo. En diciembre de 1941, precisamente antes de que el régimen alemán declarara la guerra a los Estados Unidos, ambos lograron finalmente cruzar la frontera a través del campo de Les Milles y marcharse al país donde encontraron refugio, los Estados Unidos.

Nota de Traducción
Leyes de Núremberg: La primera de ellas, la “Ley para la Protección de la Sangre y el Honor de los Alemanes” fue puesta en vigencia por el parlamento alemán en Núremberg el 15 de septiembre de 1935 y se convirtió en la base jurídica para la política del racismo antijudío en Alemania. Durante los ocho años posteriores, trece decretos adicionales fueron agregados a las leyes de Núremberg, entre ellos la primera definición oficial de ser judío y de ser ario de acuerdo al árbol genealógico. Las leyes de Núremberg excluyeron sistemáticamente a los judíos y la comunidad Sinti y Roma de la vida alemana.
(véase el texto de la ley en https://www.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/pdf/nuremberg15.9.1935.pdf)
Para mayores informaciones consúltese la página del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem https://www.yadvashem.org/es/holocaust/encyclopedia/nuremberg-leyes-de.html


2. Auguste Dreyfuß (Piedra de la memoria de la calle Oberamtsstraße 14)

Cuatro semanas antes de que Adolf Hitler fuera nombrado Canciller del Reich en enero de 1933, Auguste Dreyfuß, una viuda residente en Germersheim, había celebrado su 73º cumpleaños. Vivía en un edificio de la calle Oberamtsstraße 203, en la casa contigua a la sinagoga, frente al antiguo comedor de oficiales de la fortaleza. En ella, su padre Sigismund Dreyfuß, fallecido en 1897, había atendido una mercería y una tienda de artículos de lana. Desde la defunción de su madre en 1901, Auguste Dreyfuß había dirigido sola la tienda hasta la década de 1920, cuando la alquiló a los hermanos Schmitt, quienes cambiaron de rubro y pusieron en el local una tienda de comestibles.

Como Auguste vivía muy recluida, al principio consiguió eludir a los nacionalsocialistas y sus actividades destinadas a excluir y humillar a la población judía. Sin embargo, a mediados de septiembre de 1935, también para ella la situación se volvió insoportable. Con las Leyes de Núremberg, el régimen nazi calificó a la población judía alemana como personas de menor valor y les quitó sus derechos civiles. La “Ley de Ciudadanía del Reich” los declare meros ciudadanos sin derechos civiles. A partir de entonces se les prohibió, por ejemplo, emplear a personal doméstico “ario” menor de 45 años. Esto afectó directamente a Auguste Dreyfuß, pues en su casa trabajaba Juliana Burck, procedente de Kuhardt, un pueblo cercano.

Dreyfuß murió en mayo de 1939, lo que libró a la acaudalada anciana de ser deportada con otros vecinos en otoño del año siguiente. Diez días antes de su muerte, Dreyfuß había cedido a la ciudad de Germersheim “en un testamento escrito de puño y letra” cuatro quintas partes del valor de dos casas residenciales y un terreno agrícola; la quinta parte restante la había regalado a su empleada de toda la vida, la señora Burck, que entretanto se había casado. En 1942, tras examinar varios aspectos legales, la ciudad de Germersheim, gobernada por el alcalde del NSDAP Otto Angerer, retuvo las propiedades. La tesorería de la ciudad recaudó además la donación que Dreyfuß había estipulado en su testamento para los pobres de la ciudad: 7666 marcos del Reich, una suma que en aquella época era realmente considerable.

Notas de Traducción
Leyes de Núremberg: La primera de ellas, la “Ley para la Protección de la Sangre y el Honor de los Alemanes” fue puesta en vigencia por el parlamento alemán en Núremberg el 15 de septiembre de 1935 y se convirtió en la base jurídica para la política del racismo antijudío en Alemania. Durante los ocho años posteriores, trece decretos adicionales fueron agregados a las leyes de Núremberg, entre ellos la primera definición oficial de ser judío y de ser ario de acuerdo al árbol genealógico. Las leyes de Núremberg excluyeron sistemáticamente a los judíos y la comunidad Sinti y Roma de la vida alemana.
(véase el texto de la ley en https://www.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/pdf/nuremberg15.9.1935.pdf)
Para mayores informaciones consúltese la página del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem https://www.yadvashem.org/es/holocaust/encyclopedia/nuremberg-leyes-de.html

Ley de Ciudadanía del Reich: La primera de las dos leyes de Núremberg se denominaba la «Ley de Ciudadanía del Reich» y establecía que dicha ciudadanía estaba reservada exclusivamente a personas “arias”. Como consecuencia de ello, la población judía fue despojada de sus derechos políticos, y se la redujo de ser ciudadanos del Reich (Reichsbürger) a ser súbditos del Estado (Staatsangehörige). Para mayores informaciones consúltese la página del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem https://www.yadvashem.org/es/holocaust/encyclopedia/nuremberg-leyes-de.html


3. Eugen y Otto Ehrmann (nacidos en Germersheim,
sin piedras de la memoria)

Los hermanos Eugen (1895-1943) y Otto Ehrmann (1898-1942) pasaron los primeros años de vida en el lugar de su nacimiento, la pequeña ciudad alemana de Germersheim. Desde finales del siglo XIX, su padre, Ferdinand Ehrmann, impartía allí clases de religión a los alumnos judíos de la ciudad y era el cantor de la comunidad israelita. Se había casado con Karoline Levy, la hija de un comerciante local, con quien tuvo a los nombrados Eugen y Otto. Más tarde, la familia se trasladó a Landstuhl, una ciudad en el suroeste de Alemania, donde Ferdinand se murió en 1911.

La inestable situación económica de la viuda y sus hijos mejoró cuando el hijo mayor, Eugen, comenzó a contribuir al presupuesto familiar tras finalizar su formación comercial como contador. Sin embargo, en mayo de 1917 Eugen fue llamado al servicio militar y enviado al Frente Occidental, donde sufrió varias heridas de guerra, hasta que en julio del mismo año fue víctima de un derrumbe que lo enterró, pero al que sobrevivió. Fue dado de baja en noviembre de 1918, dos semanas después que se celebrara el armisticio, y fue honrado a la edad de 23 años por sus méritos militares con la Medalla de Herido en Negro y la Cruz de Hierro Prusiana de 2ª clase. En las postrimerías de la Primera Guerra Mundial el contador se mudó del Palatinado, región que tras la Primera Guerra estaba ocupada por las tropas francesas, a los alrededores de la ciudad de Offenbach del Meno. En 1923, ya en su nuevo domicilio, se casó con Johanna Schönmann, hija del comerciante de telas Emil Schönmann y su esposa Auguste. Junto con sus hijos Horst y Erwin, nacidos en 1924 y 1926 respectivamente, la joven familia vivió entonces una vida ordenada en un ambiente pequeñoburgués en la casa de sus suegros.

Después de la toma de poder por parte de los nacionalsocialistas en 1933, la vida de la familia cambió drásticamente: el abuelo y sus nietos fueron expulsados del club de gimnasia, en 1935 y debido a la discriminación, ambos niños dejaron de asistir a la escuela primaria local y tuvieron que ir a una escuela judía en Offenbach. Las radicales restricciones obligaron a Emil Schönmann a abandonar su negocio. Durante el pogromo de noviembre de 1938 (la así llamada “Noche de los Cristales Rotos”, véase nota más abajo), durante el cual el régimen nacionalsocialista provocó un estallido de violencia contra la población judía, la Gestapo detuvo a Eugen Ehrmann y a su yerno y los trasladó al campo de concentración de Buchenwald. Ambos fueron liberados en diciembre de 1938 bajo la condición de emigrar “inmediatamente” y que guardaran silencio sobre su encarcelamiento en el campo.

Las familias se mudaron en aquel mismo mes de diciembre de Offenbach a Fráncfort del Meno. El mercado laboral, ajustado a las exigencias de la economía en tiempos de guerra, convirtió a los trabajadores judíos de hecho en trabajadores forzados: Eugen Ehrmann sirvió en una empresa hortícola en Fráncfort y su esposa Johanna en la lavandería industrial Hansa de Niederrad, un distrito de Fráncfort. Su hijo Erwin terminó una capacitación en el taller de formación judío, y Horst trabajó como peón en la empresa Alfred Tewes GmbH, con una paga exigua de 36 pfennigs por hora.

Ambos hermanos fueron deportados de Fráncfort al este de Polonia el 11 de junio de 1942. En la zona de Lublin, la novena ciudad más grande de Polonia, los judíos más jóvenes y fuertes eran sacados de los transportes que iban llegando para que trabajaran en la construcción del campo de exterminio de Majdanek. Las condiciones inhumanas en las que vivían provocaron la muerte de muchas personas, entre ellas la muerte de Erwin, de 15 años, quien falleció allí el 3 de agosto de 1942, al igual que Horst, dos años mayor, el 10 de septiembre. Sus padres no fueron informados sobre el destino de sus hijos. El 15 de septiembre, los Ehrmann y los Schönmann llegaron al gueto de Terezín (Theresienstadt, hoy República Checa) en un tren especial junto con 1.370 judíos y judías del estado alemán de Hessen. Terezín ya funcionaba como “asentamiento”, campo de reunión y campo de concentración, desde donde se transportaban a las personas a otros destinos. Desde allí, Johanna y Eugen Ehrmann fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz el 29 de enero de 1943, donde fueron asesinados. Auguste y Emil Schönmann sufrieron el mismo destino en mayo de 1944.

Otto, el hermano de Eugen y empleado comercial, había transferido su lugar de residencia y trabajo de Landstuhl a Offenbach en 1931. Lo único que se sabe de él es que se casó con Sophie Nussbaum en agosto de 1936. En septiembre de 1942, la pareja sin hijos fue deportada de Darmstadt al campo de exterminio de Treblinka, en Polonia, donde fallecieron poco después de llegar.

La madre de Eugen y Otto Ehrmann, Karoline, perdió la nacionalidad alemana en agosto de 1939. El documento oficial de expatriación emitido en aquel momento indica que la mujer de 63 años pudo domiciliarse en el extranjero. Puede ser que Karoline haya sido el único miembro de la familia Ehrmann que logró escaparse del terror nazi.

Nota de traducción
Noche de los Cristales Rotos: Los actos de violencia en torno al 9 de noviembre de 1938, también conocidos como “Noche de los Cristales Rotos” (Reichskristallnacht), “Noche del Reich” (Reichspogromnacht) o “pogromos de noviembre”, se describen utilizando diversos términos que enfatizan o descuidan diferentes aspectos de los hechos. Sus implicaciones son relevantes para comprender adecuadamente los acontecimientos históricos
El término „pogromo“ procede del ruso y describe los ataques violentos contra las minorías judías. El término es criticado por ocultar que las acciones violentas fueron planificadas desde los centros de poder.
El término „Reichspogromnacht“ es de uso común, pero ignora el hecho de que la violencia no se limitó a una noche, sino que se extendió durante varios días.
El término „Reichskristallnacht“ hace referencia a los cristales rotos y con ello a los daños a edificios, trivializando así la violencia contra las personas, destinatarias centrales de los actos de violencia. Por esta razón se lo se considera un eufemismo.
Los medios de propaganda y el régimen nazi utilizaron el eufemismo „acción judía” (Judenaktion) para trivializar la brutalidad del suceso.
Cp. https://www.bpb.de/kurz-knapp/hintergrund-aktuell/542301/novemberpogrom-1938/


4. Johanna Glaser (nacida en Germersheim, sin piedra de la memoria)

Johanna Posner nació en Germersheim el 5 de diciembre de 1877 y fue la tercera de los cuatro hijos del impresor de libros judío Salomon Posner (1845-1891). En el año 1902 Johanna se casó con el comerciante berlinés Leopold Glaser y vivió en los barrios Wilmersdorf y Charlottenburg de Berlín hasta la muerte de su marido en otoño de 1929. Su único hijo, Ernst Fritz Glaser (1908-1999) tuvo que emigrar a los Estados Unidos de América bajo la amenaza del régimen nazi. Su madre Johanna no consiguió huir. El 28 de marzo de 1942 fue deportada de Berlín al gueto de Piaski, al este de Polonia, el cual había sido establecido por los nazis a principios de 1940, inmediatamente después de que el ejército alemán ocupara Polonia. Johanna fue una de las 985 personas del undécimo tren de transporte de la operación “deportación al este” que llegó a la estación de Trawniki, cerca de Lublin, tras un viaje de dos días. Desde allí, las víctimas fueron forzadas a caminar por una ruta de unos 12 kilómetros hacia el gueto. Aunque Glaser fue designada como “apta para el trabajo” en la lista de transporte, no se sabe con certeza si fue trasladada de Piaski al campo de trabajos forzados de Trawniki en otoño de 1942 o no. Todo indica que Johanna, natural de Germersheim, murió a principios del verano de 1942, pocos meses antes de cumplir los 65 años.

4b. Dr. Ferdinand Kahn (nacido en Germersheim, sin piedra de la memoria)

Ferdinand Kahn, nacido en 1866 en Germersheim e hijo del empresario Karl Moses Kahn (1834-1905), sólo pasó su infancia y sus primeros años de escuela en la ciudad de su nacimiento. Finalizó la educación secundaria posiblemente en Landau o en Espira y estudió medicina en Wurzburgo, Múnich y Berlín. En 1891, a los 25 años, Kahn hizo un doctorado y obtuvo la licencia para ejercer como médico. Fue asistente del renombrado dermatólogo alemán Max Joseph y así fue ganando experiencia para su propia actividad profesional. Posteriormente, Kahn trabajó como especialista en enfermedades de la piel y venéreas en Fráncfort del Meno, donde entretanto también vivían sus padres, quienes se habían mudado allí desde Germersheim. Kahn fue uno de los primeros dermatólogos de Fráncfort, ya que esta especialidad estaba apenas emergiendo en el ámbito de la medicina. En 1900, el médico se había casado con Paula Meyerfeld, hija de un comerciante local; la pareja no tuvo hijos.

En 1918, antes de que finalizara la Primera Guerra Mundial, Ferdinand Kahn recibió el título de Consejero de Sanidad como reconocimiento a sus prestaciones como especialista en el tratamiento de los soldados heridos, título que llevaba con orgullo. La nueva situación política que reinaba en Alemania desde la primavera de 1933 tomó al médico por sorpresa, aunque no estuvo afectado inmediatamente por los llamamientos al boicot por parte del Partido Nazi, ya que en el caso de los médicos judíos especializados como Kahn estos inicialmente no tuvieron efecto. En abril de 1933, cuando la Ley de Restauración de la Función Pública Profesional entró en vigor, los médicos “no arios” fueron excluidos de la salud pública. Dos semanas después, se le retiraron a Kahn también las licencias de seguro médico y el seguro de indemnización. Poco a poco, un número cada vez mayor de pacientes privados de toda la vida dejaron de visitar su consulta por miedo a tener que justificarse por haber consultado a uno de los “enemigos raciales” proscritos. La importante publicación anual del gremio médico alemán, der Reichs-Medicinal-Kalender, la cual mencionaba a Ferdinand Kahn desde 1895, añadió la designación “judío” a su nombre por primera vez en 1937. En 1938, el gobierno nacionalsocialista le retira la licencia médica a Kahn y a todos los médicos judíos.

En el verano de 1942 comienza el acto final de la tragedia: la administración municipal y la autoridad policial de Fráncfort del Meno hicieron un inventario del resto de los bienes y de la casa de la familia Kahn. Utilizaron como motivo la palabra “evacuación”. Paula, de 67 años, y Ferdinand Kahn, de 76 años, fueron deportados de su residencia al campo-gueto Terezín (Theresienstadt, hoy República Checa) en el tren del 1 de septiembre de 1942. Ferdinand Kahn murió allí el 20 de septiembre, su esposa, poco después.

Nota de traducción
Ley para la Restauración de la Función Pública: Promulgada el 7 de abril de 1933, la ley sirvió para imponer la disciplina y controlar la administración pública y despedir a los opositores al régimen nazi, prohibió el empleo de „no arios“ en la función pública, y unos 2.500 funcionarios judíos fueron jubilados inmediatamente. A los médicos y abogados de ascendencia judía se les prohibió ejercer su profesión, al igual que a los artistas. Se la conoce también bajo el nombre de “parágrafo ario”.


5. Auguste und Rudolf Kahn (sin piedras de la memoria),
Max y Sofie Ebert y Ferdinand e Isabella Kahn
(piedras de la memoria en la calle Hauptstraße 10

La familia Kahn fue la familia judía más antigua y más estrechamente vinculada a Germersheim. En 1829, Ferdinand Kahn había fundado allí un negocio de paños y vestimenta, que logró importantes beneficios a partir de 1834 gracias a la demanda impulsada por la construcción de la fortaleza. El hijo de Ferdinand, Wilhelm, y sus nietos August y Ernst Kahn, que dirigieron juntos el negocio hasta 1914, ampliaron y especializaron su gama de artículos para satisfacer las necesidades de los militares, de modo que en la segunda mitad del siglo XIX se les consideraba como los más prestigiosos equipadores de la guarnición de Germersheim. Su propiedad ubicada a orillas del arroyo Queich (Hauptstraße 140) comprendía un amplio edificio residencial y comercial de dos plantas, así como los almacenes situados en dependencias anexas. En 1900 tenían incluso conexión telefónica, algo muy poco frecuente. Aunque su éxito comercial se basaba en la confección de uniformes a medida, los Kahn también abastecían a la población de telas para trajes de caballero y de señora, así como de cortinas, alfombras, tapicerías y ropa de cama.

Los Kahn defendían una postura burguesa-monárquica, lo que demostraba hasta qué punto los negocios con el ejército habían influido el posicionamiento político de la familia. Los anuncios de la empresa Kahn de principios del siglo XX documentan cómo el Estado y la nación, la corona y el ejército eran nuevas categorías en el pensamiento de las familias judías asimiladas. Así, por ejemplo, se denominaban „Proveedor real bávaro de la corte“, lema situado bajo el escudo de armas de la dinastía gobernante de los Wittelsbach. En los umbrales del siglo XX, Ernst y August Kahn dirigían la empresa, mientras que su padre, Wilhelm, participaba activamente en la política local: en 1905, había sido el primer judío elegido concejal de Germersheim.

August, casado con la hija del comerciante de Núremberg Auguste Lederer, murió a los 47 años, seis semanas antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Su hijo Rudolf Kahn, (nacido en 1896), quien había empezado a estudiar Económicas y Derecho en Würzburg, se convirtió al protestantismo en 1915. La asimilación cultural y religiosa de Rudolf a la sociedad mayoritaria se produjo en medio del álgido ambiente de los tiempos de guerra. En las últimas semanas de la guerra, fue condecorado con la Cruz de Hierro prusiana de 1ª y 2ª clase como teniente de la reserva. Tras completar su doctorado, Rudolf Kahn se trasladó a Berlín, donde se casó a finales de los años veinte. Ya que ni su conversión religiosa ni su patriotismo alemán le protegieron frente el antisemitismo militante, en 1934 se vió obligado a emigrar a Gran Bretaña, donde al principio fue internado como extranjero enemigo.

Su madre viuda, Auguste Khan, había abandonado Germersheim en 1922 y se había trasladado a Berlín-Charlottenburg en 1934, tras haber vivido algunos años en Múnich y en Meinungen/Turingia. El 20 de julio de 1942, la jubilada de 69 años fue deportada al gueto de Theresienstadt en el 26º transporte para ancianos. Según la esquela de defunción del consejo de ancianos, Auguste murió de „catarro intestinal“ el 21 de noviembre tras haber estado afectada por graves problemas de salud.

La repentina muerte de su hermano August en el verano de 1914 convirtió a Ernst Kahn en el único propietario del negocio familiar. Siguiendo los pasos de su padre en la política local, Ernst había sido miembro del comité de la sinagoga desde 1907 y del ayuntamiento desde 1910, donde en 1920 se había afiliado a la Asociación de Ciudadanos Libres, de derecha liberal. Su único hijo, Ferdinand Kahn, nacido en 1895, tenía, como su primo menor Rudolf, una inclinación patriótica y se sentía atraído por el ejército debido a su educación y al espíritu de la época. Cuando en 1914 estalló la Guerra, el joven estudiante de economía de 19 años se alistó inmediatamente como voluntario. Pasó toda la guerra en el frente occidental, en el 1er Regimiento de Artillería Bávaro, y fue condecorado varias veces. El hecho de que el soldado, que entonces tenía 23 años, sólo fuera nombrado teniente de la reserva en septiembre de 1918, sin recibir el ascenso a oficial que le correspondía, está evidentemente relacionado con el antisemitismo imperante en los círculos militares.

Tras ser dado de baja del servicio militar en 1918, Ferdinand decidió dejar sus estudios incompletos y dedicarse al comercio en la metrópoli económica de Fráncfort del Meno. Allí, en marzo de 1921, se casó con Isabella (Bella), tres años menor que él, hija de Max Ebert, otro comerciante de la Baja Franconia, y de su esposa Sofie. La joven pareja permaneció en Fráncfort, ya que Ferdinand dudaba de la rentabilidad del negocio de sus padres en Germersheim, que estaba amenazado de quiebra y había perdido su fuente de apoyo más importante tras la retirada del ejército bávaro de la Fortaleza a finales de 1918. Cuando su padre murió en 1926 y tras el deceso de su madre en 1927, Ferdinand Kahn -en contra de su buen juicio y debido únicamente a la tradición familiar- volvió a Germersheim para continuar el negocio de sus antepasados. Como sus suegros le acompañaron y formaron un hogar común, la familia pudo mantener un modesto nivel de prosperidad.

El grupo local del NSDAP en Germersheim, activo desde el otoño de 1926 y que hizo del antisemitismo, que se había convertido en algo socialmente aceptable, un factor omnipresente en la vida cotidiana, supuso una fuerte amenaza para la familia Khan. Tres semanas después de la llegada al poder de los nacionalsocialistas, todos los negocios judíos de Germersheim fueron boicoteados. El 10 de noviembre de 1938, Kahn, de 43 años, fue sacado a rastras de su casa por agentes de la policía durante la „Noche de los Cristales Rotos“ y trasladado al campo de concentración de Dachau tras un día de „custodia preventiva“ en la prisión de Germersheim. Fue liberado el 16 de diciembre de 1938 y regresó a casa, pero no implementó los pasos para emigrar que le habían sugerido. Unos 22 meses más tarde, el 22 de octubre de 1940, Isabella y Ferdinand Kahn fueron víctimas de la operación de limpieza étnica denominada en el jargon nazi „acción judía“, con la que el Gauleiter Bürckel y Wagner quisieron hacer del Palatinado del Sarre y Baden una región „libre de judíos“. Al igual que los hermanos Mohr y Gustel Töpfer, Ferdinand e Isabella Kahn fueron conducidos a Landau, donde los obligaron a subir a trenes con otros judíos del Palatinado para ser deportados al campo de Gurs, en el sur de Francia. Sólo se les permitió llevar equipaje de mano ligero y 100 marcos del Reich por persona en efectivo. En Gurs, la pareja vivió en condiciones muy duras en bloques separados. Los suegros de Kahn fueron llevados al asilo judío de Mannheim, donde Max Ebert murió poco después.

En marzo de 1941, Ferdinand e Isabella fueron trasladados al campo de Les Milles, cerca de Marsella, reservado para personas que podían emigrar. La madre y suegra, Sofie Ebert, de 68 años, instó entonces a parientes cercanos que habían huido a Estados Unidos, entre ellos el comerciante Joseph Freundlich, a que dieran garantías para los dos internados. Gracias a la enérgica ayuda de Freundlich, la iniciativa fue coronada por el éxito. Las puertas del campo se abrieron para los Kahn el 18 de agosto de 1941. Desde allí viajaron a Marsella, pasando por España, hasta Lisboa, desde donde cruzaron el Atlántico y llegaron a Nueva York el 24 de septiembre de 1941. Seis meses después de su llegada, solicitaron la ciudadanía estadounidense. Isabella Kahn, de 43 años, fue quien comenzó a ganar dinero cumpliendo un extenuante trabajo en una fábrica de Nueva York.

Sofie Ebert no logró salvarse: El 28 de agosto de 1942, diez días después de cumplir 70 años, fue deportada de Stuttgart al gueto de Theresienstadt y, el 29 de septiembre, de allí al recién creado campo de exterminio de Treblinka, cerca de Varsovia. Inmediatamente después de su llegada y tras la obligada selección en la rampa de carga, Sofie fue asesinada en una de las cámaras de gas.

Tras la desgracia personal de los Kahn, en Germersheim surgió una disputa sobre cómo usufructuar las propiedades inmobiliarias de vivienda y comerciales, así como varias parcelas de terreno. Así pues, la Caja de Ahorros del distrito y la ciudad de Germersheim y el administrador del distrito, Schmitt, decidieron en diciembre de 1940 subastar los bienes incautados de la casa. El 29 de agosto de 1941, la Caja de Ahorros vendió la casa al zapatero de 27 años y líder de las Juventudes Hitlerianas Friedrich Köhler por 24.000 marcos del Reich; el banco adelantó la mitad de la suma en concepto de préstamo. El agricultor local Otto Frey se dedicó a explotar las cuatro parcelas agrícolas de Kahn. Entretanto, el régimen nazi había revocado la ciudadanía alemana de los judíos deportados a través de la frontera del Reich y había confiscado formalmente los bienes de los ahora expatriados mediante la 11ª Ordenanza de la Ley de Ciudadanía del Reich promulgada el 25 de noviembre de 1941. La agencia tributaria competente de Germersheim se hizo cargo entonces de la administración y liquidación de los bienes de los Khan y arrendó prados, campos y jardines.

En 1949, el Sr. y la Sra. Kahn solicitaron la devolución de las propiedades y una indemnización. Como sucedió en el caso de muchas otras familias judías, el procedimiento terminó con un acuerdo que no se acercaba ni por asomo a compensar la pérdida. Kerscher, abogado de Germersheim, consiguió que se confirmara al actual propietario a cambio de una indemnización de sólo 7.000 marcos. Las razones aducidas fueron la reducción de valor debido a los daños sufridos por el edificio durante la guerra y la „total independencia de los acontecimientos políticos de la época“ y el „sobreendeudamiento que se había producido mucho antes de 1933“. Ferdinand Kahn, quien seguía suscrito al „Heimatbrief“, el boletín informativo de su ciudad natal, falleció en Queens, su ciudad de residencia estadounidense, el 14 de noviembre de 1969.

Nota de traducción
Noche de los Cristales Rotos: Los actos de violencia en torno al 9 de noviembre de 1938, también conocidos como “Noche de los Cristales Rotos” (Reichskristallnacht), “Noche del Reich” (Reichspogromnacht) o “pogromos de noviembre”, se describen utilizando diversos términos que enfatizan o descuidan diferentes aspectos de los hechos. Sus implicaciones son relevantes para comprender adecuadamente los acontecimientos históricos.
El término „pogromo“ procede del ruso y describe los ataques violentos contra las minorías judías. El término es criticado por ocultar que las acciones violentas fueron planificadas desde los centros de poder.
El término „Reichspogromnacht“ (“Noche del Reich”) es de uso común en Alemania, pero esconde el hecho de que la violencia no se limitó a una noche, sino que se extendió durante varios días.
El término „Reichskristallnacht“ (“Noche de los Cristales Rotos” ) hace referencia a los cristales rotos y con ello a los daños a edificios, trivializando así la violencia contra las personas, destinatarias centrales de los actos de violencia. Por esta razón se lo se considera un eufemismo.
Los medios de propaganda y el régimen nazi utilizaron el eufemismo „acción judía” (Judenaktion) para trivializar la brutalidad del suceso.
Cp. https://www.bpb.de/kurz-knapp/hintergrund-aktuell/542301/novemberpogrom-1938/


6. Dr. Bernhard (Benno) Koppenhagen (creció en Germersheim,
sin piedra de la memoria)

El cuarto de los seis hijos de Simon Koppenhagen y Rosine Weis, originalmente natural de la ciudad de Maguncia, fue Bernhard Koppenhagen, también llamado Benno, quien nació en Germersheim en 1867.

El apellido hace referencia al origen de la familia. Por parte paterna, la familia procedía de la capital danesa, Copenhague. Los numerosos relojeros y orfebres de la familia Koppenhagen gozaron de cierta movilidad profesional, por lo que varios miembros de la familia emigraron hacia el sur a mediados del siglo XVIII. Los padres de Benno se habían domiciliado en Germersheim en 1860. Benno recibió educación secundaria en Espira hasta que su padre murió de forma inesperada en 1884. Entonces, la familia se trasladó a Landau, una ciudad cercana de la región Palatinado, donde Benno aprobó el bachillerato en 1886 con notas superiores al promedio. Tras completar sus estudios de medicina en Wurzburgo, que fueron financiados por su hermano mayor, ocupó su primer puesto de médico en la pequeña ciudad de Schleusingen, en Turingia, en 1891.

En julio de 1895 Benno Koppenhagen se casó con Olga, hija del alcalde de Schleusingen, Ludwig Baecker, y seis años menor que él. La pareja tuvo dos hijos, Herbert y Hertha. Los hermanos de Koppenhagen rechazaron rotundamente el matrimonio de Benno con Olga, quien era protestante, y se opusieron también a su subsiguiente conversión. Este rechazo produjo el distanciamiento de Benno de su familia y sus raíces judías, quien puso fin a las relaciones con sus hermanos que vivían en el extranjero. Koppenhagen trabajaba com médico general, pero también atendía en las escuelas y a los pobres, además de tener camas reservadas en el hospital municipal para realizar pequeñas intervenciones quirúrgicas y para su trabajo como obstetra.

La Primera Guerra Mundial significó un momento decisivo en su vida y fue una prueba de resistencia. Cinco días después del comienzo de la guerra, el médico de 47 años de edad se trasladó al hospital de la fortaleza de su ciudad natal, Germersheim. Allí trabajó como médico jefe de estación, antes de que le encargaran dirigir varios hospitales militares en el norte de Francia. Sin embargo, al poco tiempo, el médico se vio afectado por problemas de salud, a los que se sumó la preocupación por su hijo Herbert, que estaba herido. En julio de 1916, Koppenhagen fue relevado de la gestión en el hospital militar y volvió a Germersheim y a Wurzburgo para recuperarse. Después, trabajó como médico de guarnición en Wurzburgo hasta el fin de la guerra.

Una vez que la Primera Guerra Mundial hubiera concluido, Benno Koppenhagen retornó a Schleusingen, donde trabajó como médico vacunador y fundó una brigada sanitaria local de la Cruz Roja. Su competencia profesional y su experiencia como médico general y ginecólogo fueron muy apreciadas. Sin embargo, cuando en la primavera de 1933, los nacionalsocialistas tomaron el poder y convocaron un boicot nacional del Reich a todos los comercios judíos, también decretaron la „Ley para la Restauración de la Función Pública“, el así llamado “parágrafo ario” (La ley sirvió para controlar la administración pública y despedir a los opositores al régimen nazi. También afectó a todos los funcionarios y empleados de confesión judía)tuvo serias consecuencias para Benno Koppenhagen, ya que el hospital lo despidió y también perdió su licencia para los seguros médicos, por lo que, en lo sucesivo, solo pudo atender a pacientes privados.

Al final de su carrera y socialmente aislado, Koppenhagen sufrió una apoplejía en enero de 1934. Hemipléjico y con limitaciones del habla, se resignó por completo. El 20 de enero de 1934, su enfermera le administró una sobredosis de morfina y él murió ese mismo día. Un médico del “Escuadrón de Protección” (“Schutzstaffel”; abreviado: “SS”) sacó provecho de la muerte de Koppenhagen, trasladándose directamente al consultorio habilitado. El año siguiente, la viuda vendió la casa y se mudó a Wiesbaden, una ciudad situada en el suroeste de Alemania. La hija y los nietos de Benno sobrevivieron la época nazi, estos últimos con ayuda de pasaportes del ancestro falsificados.

La ciudad de Schleusingen ha dedicado una calle al médico Benno Koppenhagen, mientras que, en su ciudad natal, Germersheim, todavía no hay nada que lo conmemore.

Nota de traducción
Ley para la Restauración de la Función Pública: Promulgada el 7 de abril de 1933, la ley sirvió para imponer la disciplina y controlar la administración pública y despedir a los opositores al régimen nazi, prohibió el empleo de „no arios“ en la función pública, y unos 2.500 funcionarios judíos fueron jubilados inmediatamente. A los médicos y abogados de ascendencia judía se les prohibió ejercer su profesión, al igual que a los artistas. Se la conoce también bajo el nombre de “parágrafo ario”.


7. Elsa Leiser (nacida en Germersheim, sin piedra de la memoria)

Elsa nació en 1881 en Germersheim, al igual que su hermana Magdalene tres años después. La familia vivió en la calle principal de la ciudad, en la Hauptstraße 136, donde sus padres Sara y Gustav Cahn (1839-1897) también tenían su tienda. El comercio de telas, ropa femenina y otros productos manufacturados constituía una base de vida sólida. Despues de la muerte de su padre, Elsa dejó Germersheim en 1903 y se casó con el abogado Julius Leiser (1876-1942) procedente de Metz (Lorena, hoy Francia). Su madre continuó con la tienda valiéndose por sí misma.

Julius Leiser fue aprobado como abogado en 1902 por la Audiencia Provincial de Metz. Junto a Albert Grégoire, que tenía cierta influencia política, llevó un bufete hasta el año 1918. Gracias a su diligencia, su asesoría jurídica competente y su precisión, ambos socios tenían una reputación excelente. Durante la Primera Guerra Mundial, Leiser se encargaba de los problemas jurídicos del centro administrativo militar de Metz, razón por la cual le fue otorgada una Cruz del Mérito Militar por su asesoramiento especial en tiempos de guerra. La consecuencia de ese galardón fue que en enero de 1919, cuando la región fue reconectada a Francia, Leiser tuvo que dejar su patria, pues se había convertido en persona non grata. Según las condiciones del Tratado de Versalles, dejó de ser ciudadano francés, lo que le costó no sólo su aprobación de abogado, sino también su derecho de residencia. Por eso, Elsa y Julius se mudaron a Wiesbaden para empezar de nuevo. Allí, sus clientes eran empresas famosas de alta reputación y capacidad financiera, tales como la bodega de vinos espumosos Henkell o el antiguo príncipe heredero alemán, Wilhelm de Prusia, quienes pedían su consejo legal, haciendo que su situación financiera mejorara rápidamente. Su actuación profesional le permitió a Leiser comprar una casa para vivir y otra para trabajar.

La respetada posición de la pareja Leiser en la clase media alta de Wiesbaden se volvió cada vez más inestable tras la llegada al poder de los nacionalsocialistas. El 12 de junio de 1933, una orden del Ministro de Justicia prusiano le prohibió a Leiser trabajar como notario. Aunque se le permitía seguir trabajando como abogado, el número de sus clientes „arios“ disminuía: la bodega de vinos espumosos Henkell se había apresurado en alejarse, ya que quien fuera a ser nombrado Ministro de Asuntos Exteriores de Hitler, Joachim v. Ribbentrop, se había unido a la misma por casamiento, por lo que Leiser tuvo que reducir considerablemente el tamaño de su bufete. Un decreto de la Ley de Ciudadanía del Reich le retiró finalmente la licencia para ejercer la abogacía en 1938.

Perjudicados por la tasa de propiedad judía impuesta a las familias judías más ricas, la familia Leiser emigró al Gran Ducado de Luxemburgo en enero de 1939, donde vivieron en condiciones sencillas. La condición para su salida había sido el pago de 24.442 marcos del Reich a modo de „Impuesto de Huida del Reich“, una ley que los nacionalsocialistas habían adaptado para la expropiación parcial de los alemanes judíos obligados a abandonar el país. La normalidad cívica recuperada de la familia Leiser duró apenas 16 meses: En mayo de 1940, la Wehrmacht ocupó el pequeño estado vecino, que fue puesto bajo administración civil a partir de agosto y tratado como parte del Gran Reich alemán.

En otoño de 1941, la casa de Leiser en Wiesbaden fue expropiada y vendida. El precio obtenido se destinó a la administración civil alemana en Luxemburgo. Presumiblemente por esta razón, Leiser regresó a Wiesbaden, donde fue detenido inmediatamente. Tras la intercesión de Katharina Henkell – viuda del antiguo jefe de la empresa de vinos espumosos y suegra de v. Ribbentrop – pudo volver a su lugar de residencia. Murió allí el 24 de septiembre de 1942. Su esposa Elsa, en cambio, sufrió todo el horror de la persecución. Nacida en Germersheim, fue transportada primero por tren al gueto de Terezín (Theresienstadt, hoy República Checa) el 6 de abril de 1943, y luego al campo de exterminio de Auschwitz (hoy Polonia), donde fue asesinada con gas inmediatamente después de su llegada, el 15 de mayo de 1944.


8. Dr. jur. Wilhelm Masser (juez municipal de Germersheim 1915-1916,
sin piedra de la memoria)

Wilhelm Masser llegó a Germersheim en 1915 a sus 33 años como hombre de leyes enviado por el Ministerio de Justicia de Bavaria al juzgado municipal. Con ello, Masser había logrado ascender social y laboralmente. Su padre, un campesino ganadero oriundo de Kitzingen, había contraído matrimonio en 1880 con Josefine, la hija de otro ganadero acomodado de Wurzburgo, David Rosenheim. David Masser, socio de su suegro, pudo darles una buena educación a sus hijos Wilhelm y Ludwig que nacieron en 1881 y 1883, respectivamente.

Wilhelm, el hermano mayor, asistió a la Escuela Secundaria Humanística de Wurzburgo y estudió Derecho y Ciencias Políticas en la prestigiosa Universidad Julius-Maximilian. Más tarde, continuó sus estudios en Berlín y comenzó su doctorado de Justicia y Administración en 1906. Antes de ingresar al mundo laboral como fiscal, contrajo nupcias con Nelly Süsser, una profesora de música e hija de un mayorista en textiles de Wurzburgo. En 1911 fue convocado al puesto de segundo fiscal (judicial) de la ciudad de Hof (Saale), en el norte de Baviera. Cuatro años más tarde, en 1915, su carrera lo llevó a Germersheim como juez municipal. La pareja vivía en la calle Bismarckstrasse, cerca del edificio del juzgado.

En octubre de 1916, durante la Primera Guerra Mundial, Wilhelm se trasladó al Frente Occidental en el noreste de Francia. El soldado judío, afín al patriotismo nacional, probó sus talentos y fue promovido a cabo con muchas cruces de mérito en octubre de 1917 y a suboficial en julio de 1918. Finalizada la Guerra, en 1919, ascendió a juez municipal de Múnich. A mediados de septiembre de 1919, la familia Masser se mudó de Wurzburgo a Múnich, donde once meses después nacería su hija Elisabeth Johanna. En 1927 fue nombrado juez superior.

La toma del poder por los nazis cambió fundamentalmente la vida de la familia Masser. A pesar de la “Ley para la Restauración de la Función Pública”, que entró en vigor el 7 de abril de 1933 y que excluía de la función pública a los judíos y a los indeseados políticos, Wilhelm Masser permaneció en su cargo, porque como veterano de guerra gozaba de privilegios por haber servido en el Frente y por haber sido nombrado funcionario antes de la Primera Guerra Mundial. Las Leyes Raciales de Núremberg, aprobadas en septiembre de 1935, degradaron a los judíos de ciudadanos del Reich a meros nacionales de estatus legal inferior; a la vez, los privilegios para los veteranos de guerra judíos también perdieron su vigencia. Con esto, Masser perdió su cargo de juez.

Como consecuencia del pogromo de noviembre de 1938, Masser fue deportado al cercano campo de exterminio de Dachau, donde fue extorsionado para abandonar el país, ya que el gobierno nazi quería “arianizar” sus bienes. Masser no fue liberado hasta enero de 1939. El frío invernal, los agotadores trabajos forzados y el maltrato permanente ya habían dañado su salud. Falleció el 14 de marzo de 1940 y su familia lo enterró a los 58 años en el cementerio Neuer Israelitischer Friedhof München de Múnich. Su herencia fue confiscada y su esposa Nelly, junto con su cuñado Ludwig y su esposa Gertrude, fueron deportados a Lituania en otoño de 1941, donde fueron asesinados cerca de Kaunas el 25 de noviembre de 1941.

De los parientes más cercanos de los hermanos Masser solo sobrevivieron el hijo de Ludwig Masser, Wolfgang, de doce años, a quien algunos parientes ayudaron a huir a Suiza en 1939, y la hija de Wilhelm Masser, Elisabeth, quien huyó a Gran Bretaña, donde fue acogida como refugiada entre 1938 y 1939.

Notas de traducción
Ley para la Restauración de la Función Pública: Promulgada el 7 de abril de 1933, la ley sirvió para imponer la disciplina y controlar la administración pública y despedir a los opositores al régimen nazi, prohibió el empleo de „no arios“ en la función pública, y unos 2.500 funcionarios judíos fueron jubilados inmediatamente. A los médicos y abogados de ascendencia judía se les prohibió ejercer su profesión, al igual que a los artistas. Se la conoce también bajo el nombre de “parágrafo ario”.
Leyes de Núremberg: La primera de ellas, la “Ley para la Protección de la Sangre y el Honor de los Alemanes” fue puesta en vigencia por el parlamento alemán en Núremberg el 15 de septiembre de 1935 y se convirtió en la base jurídica para la política del racismo antijudío en Alemania. Durante los ocho años posteriores, trece decretos adicionales fueron agregados a las leyes de Núremberg, entre ellos la primera definición oficial de ser judío y de ser ario de acuerdo al árbol genealógico. Las leyes de Núremberg excluyeron sistemáticamente a los judíos y la comunidad Sinti y Roma de la vida alemana.
(véase el texto de la ley en https://www.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/pdf/nuremberg15.9.1935.pdf)
Para mayores informaciones consúltese la página del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem https://www.yadvashem.org/es/holocaust/encyclopedia/nuremberg-leyes-de.html


9. Antonie, Elisabeth, Wilhelmine y Otto Mohr
(piedras de la memoria en la calle Hauptstraße 23)

La familia Mohr, igual que la mayoría de las familias judías que vivían allí a principios del siglo XX, emigró a la ciudad de Germersheim de la zona de los alrededores. Descendía de Michael Mohr, un comerciante de productos de segunda mano que en 1809 vivía en Oberlustadt. Su nieto Maximilian, nacido en 1858 en Germersheim, fue hijo de un carnicero y trabajó de vendedor de ganado. Debido a que la nueva ciudad militar crecía rápidamente y tenía su propio matadero, el aumento de la demanda de carne le garantizó a Maximilian Mohr un negocio estable y lucrativo, lo cual le ayudó a fundar un hogar para su familia en la calle Jakobstraße 183. Tuvo cuatro hijos con su esposa Klara Haas: las tres niñas Antonie (Toni) (1889-1942), Elisabeth (1890-1842), Wilhelmina (1891-1942) y finalmente su hijo Otto (1896-1942). Los hijos se quedaron a vivir en la casa de sus padres y nunca se casaron. Las hijas se encargaban de varios campos de uso agrícola y Otto Mohr, vendedor de ganado, comerciante y temporalmente fabricante de cigarros, dirigió la empresa de su padre desde 1923.

En noviembre de 1915, Otto Mohr, que en aquel momento tenía 19 años, fue convocado por el ejército, pero pasó la guerra lejos del frente. Hacia mediados de los años 20, adquirió una propiedad de 1680 metros cuadrados que optimizó específicamente para la venta de ganado. Se situaba en la calle principal Hauptstraße 127 (hoy en día es el número 123), la calle más transitada de toda la ciudad. Incluía una casa de dos plantas con edificios anexos y un edificio trasero, donde se encontraban el lavadero y los garajes. Además, disponía de dos establos, un almacenamiento de heno y paja, un cobertizo y un huerto.

Debido a la crisis económica, la adquisición de la propiedad provocó mucha envidia. Los nacionalsocialistas, que en 1927 empezaron a hacer propaganda de manera muy agresiva en Germersheim, usaron a Otto Mohr como blanco del odio nazi, asociándolo con estereotipos y prejuicios racistas. Tras la toma del poder de Hitler en 1933, el grupo nazi inició un espectáculo sumamente injuriador que hoy en día es conocido como la Germersheimer Schand-Marsch, la marcha antisemita de la vergüenza. El 22 de junio 1933 detuvieron a August Eibinger, un político del Partido del Centro que era considerado una persona de mucha influencia, pero a la vez discreta, y al vendedor de ganado Otto Mohr. Varios miembros de la SA, la sección de asalto, los arrastraron a la plaza central de Germersheim (Königsplatz) y expusieron a ambos hombres con carteles colgándoles de sus cuellos a una multitud de personas que se burlaron de ellos.

En el cartel de Ebinger decía: „Soy el culpable principal del derrumbe de la ciudad“, mientras que en el de Mohr se tematizaban viejos prejuicios contra los comerciantes judíos: „He robado al pueblo alemán durante años“. El espectáculo fue seguido por una carrera de baquetas por la ciudad, durante la cual los habitantes pudieron desatar su odio contra los dos hombres.

En retrospectiva, es difícil entender por qué los hermanos Mohr decidieron quedarse en el país a pesar de todo. A finales de diciembre de 1937, Otto Mohr recibió la temida prohibición laboral con la cual quedó excluido de ejercer su profesión. Mientras que sus hermanas cuidaban de la casa y de los campos como agricultoras, Otto consiguió huir a Bélgica por una ruta no documentada en 1938 y encontró refugio en Saint-Gilles, cerca de Bruselas. Inicialmente aliviado por haber escapado del pogromo de noviembre de 1938 que tuvo lugar en todo el territorio nazi, tras el ataque del ejército alemán, la Wehrmacht, a los países del Benelux, Otto Mohr fue transportado al campo de internamiento de Saint-Cyprien, cerca de Perpiñán, en el sur de Francia como “extranjero enemigo”. Más tarde probablemente fue trasladado al campo de Gurs, al cual entretanto habían sido trasladados la mayor parte de las personas de origen judío del Palatinado del Sarre y de Baden. Las hermanas de Otto que vivían en Germersheim también fueron deportadas allí en octubre de 1940. Después de 22 meses en el campo, las mujeres fueron trasladadas, primero al campo de Drancy/ París en agosto de 1942, y después, el 10 de agosto fueron llevadas al campo de concentración y exterminio de Auschwitz en el transporte nº 17. Pocas horas tras su llegada, fueron asesinadas en la cámara de gas.

Otto Mohr intentó escapar y esconderse en la Francia de Vichy, todavía no ocupada, pero fue detenido y después trasladado al campo de concentración de Oranienburg en Brandenburgo. El 24 de septiembre de 1942 fue transportado a Auschwitz. La parte de la familia Mohr que había vivido en Germersheim dejó de existir. Antonie, Elisabeth, Wilhelmine y Otto Mohr fueron declarados muertos formalmente por el Juzgado de Primera Instancia de Germersheim el 6 de mayo de 1949.

Después de la guerra, a casi nadie le interesó el destino de los hermanos Mohr. Había razones de peso para ello: muchos ciudadanos de Germersheim se habían beneficiado de las deportaciones. Convicciones y comportamientos que antes se expresaban abiertamente, fueron ocultados y trivializados. Por ejemplo, el ingeniero civil de la ciudad, Adam, había reducido el valor de la casa de la familia en 1942. Las 40 parcelas agrícolas de la familia también se vendieron a bajo precio en los años 50 a agricultores e ingenieros de la región.


10. Alfred Isaak Plaut (vivió en Germersheim entre 1914 y 1930,
sin piedra de la memoria)

Alfred Isaak Plaut nació en 1884 en la ciudad renana de Krefeld, como hijo de un comerciante. Aún siendo un niño, su familia se mudó a la ciudad palatina de Fußgönnheim, cerca de Ludwigshafen, donde había nacido su madre, Fanny Herz. Era el hijo del medio de tres hermanos de una familia judía, tenía una hermana mayor, Rosalia, y un hermano menor, Edmund. Al terminar la escuela secundaria decidió seguir la profesión de su padre, un comerciante francófono que pasaba largas temporadas en París. Poco antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, Plaut huye de Francia para escapar de la amenaza de que lo tomaran prisionero por ser considerado un enemigo extranjero. Más tarde abriría una tienda de ropa en Germersheim que no pudo mantener mucho tiempo debido a que lo convocaron al servicio militar. Plaut fue asignado como suboficial al hospital de la fortaleza de Germersheim y luego fue ascendido a sargento. Aun así, poco después, sospecharon que era un espía, por ser francófilo y soldado judío. Sin embargo, como no se encontraron pruebas contra él, fue enviado al Frente Occidental en noviembre de 1917. Plaut recibió la Cruz de Hierro prusiana de 2ª clase por su valor, pero fue gravemente herido durante la ofensiva alemana de la primavera de 1918 y pasó el resto de la guerra en el hospital.

Después de la guerra volvió a Germersheim y empezó a comerciar con materias primas para las fábricas locales de esmalte. Entre 1923 y 1924 tanto él como su trabajador, el pintor en jefe Karl Buttweiler, trabajaban en una de las pocas manufacturas de esmalte de la zona. Al mismo tiempo, Plaut había entrado en la escena política local. En 1924 fue elegido como uno de los cuatro concejales locales del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). A finales de diciembre de 1926 renunció a su mandato por razones desconocidas.

Cierto tiempo después, Plaut liquidó su participación en la empresa y en 1930 se mudó a la ciudad de Geispolsheim, cerca de Estrasburgo, en Alsacia. A finales de ese año falleció su anciana madre en Fußgönheim. Plaut dejó de tener contacto con la gente de Germersheim, donde había vivido casi 16 años. La única excepción era un intercambio de cartas con Emil Müller quien entonces tenía un puesto como administrador en otra empresa de producción de esmalte. Müller perdió su trabajo en febrero 1933 y huyó de los nazis a Alsacia en mayo de 1933. Plaut ayudó a su compañero a empezar una nueva vida.

El matrimonio con la francesa Martha Emilienne Dorin y las nuevas actividades empresariales consolidaron su residencia en Francia hasta que, en junio 1940, la Wehrmacht ocupó Alsacia. A principios de 1941 le revocaron formalmente la nacionalidad alemana. A diferencia de su hermano Edmund quien murió en el campo de concentración Le Vernet en Francia, Alfred Plaut sobrevivió el tiempo de ocupación y persecución entre 1940 y 1945. Sin embargo, su salud se vio perjudicada. En marzo de 1946 Plaut falleció a la edad de 61 años en un balneario en Luxeuil-les-Bains (Belfort). Él y su mujer no tuvieron hijos.


11. Noë, Arthur y Friedrich Rosenbaum; Louis „Lui“, Elsa,
Günther e Ingeborg Rosenthal
(piedras de la memoria en la calle Hauptstraße 9)

En 1891, a sus 27 años, Noë Rosenbaum se mudó de Franconia Media a Germersheim, que en ese entonces tenía una pequeña comunidad judía, debido al pedido de su esposa, Fanny Vollmer. El padre de Fanny, Samuel Vollmer, tenía un taller textil en la calle Hauptstraße 135 desde 1860. En 1899, Noë Rosenbaum compró una casa-taller, en la cual se vendía principalmente ropa de dama y a cuyo éxito Fanny, modista de profesión, contribuyó esencialmente. La propiedad de la pareja Rosenbaum – en la que vivieron con sus hijos y nietos hasta el año 1938 – se ubicaba a pocos pasos de la tienda de su suegro, en la calle Hauptstraße 134 (hoy el número 9). A inicios del siglo XX, Noë Rosenbaum y dos socios gestionaban también la tabacalera Lorenz en Lingenfeld. En esta época Noë fue elegido por primera vez como Presidente de la Comunidad Judía, la cual dirigió desde el fin de la Primera Guerra Mundial hasta su disolución. Así continuó con el compromiso cultural y religioso de su tío, Jacob Rosenbaum, quien había sido profesor de religión, cantor y carnicero de la Comunidad Judía joven de Germersheim entre 1844-1857.

Del matrimonio Rosenbaum nacieron dos hijos y una hija: Elsa (1893), Friedrich Salomon (1894) y Arthur (1900). Con apenas 19 años, en 1915, Friedrich se enlistó voluntariamente e hizo su servicio militar en el Frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial. Fue honrado por su conducta impecable, pero después de la desmovilización de las tropas, volvió sin dinero a Francfort del Meno, dónde se había diplomado en Comercio. En 1921, Friedrich Rosenbaum se casó con la hija de un comerciante, Mathilde Wachenheimer, quien murió en 1931 con tan sólo 37 años. Entre los años 39 y 40, Friedrich Rosenbaum tuvo que abandonar su vivienda y mudarse a uno de los guetos judíos de Fráncfort. En noviembre del año 1941, los nacionalsocialistas lo deportaron a al gueto de Kauen (Kowno/Kaunas) en Lituania. Inmediatamente tras su llegada, todos los deportados fueron trasladados al infame Fuerte IX, donde fueron ejecutados junto con otros deportados de Alemania. Friedrich Rosenbaum fue uno de los miles de asesinados sin nombre, cuya cifra ascendería a 100.000 personas.

Elsa se casó en 1919 con el comerciante Lui Rosenthal, quien había sido socio de su padre y designado como su sucesor para continuar los negocios tras su muerte, que aconteció de forma prematura a mediados de los años 1930. Tras la Primera Guerra Mundial, Germersheim fue ocupada por las fuerzas francesas y la calidad de vida de los ciudadanos empeoró considerablemente. La familia Rosenbaum-Rosenthal también sufrió la larga depresión económica, tal como lo demuestra un préstamo de más de 200 marcos alemanes, cuyos restos de deuda el banco Volksbank de Germersheim le reclamó a Elsa Rosenthal en 1951. Al morir su marido, Elsa Rosenthalse había visto obligada a criar sola a sus dos hijos pequeños y a cuidar a su padre de edad avanzada, todo bajo las severas condiciones del nazismo.

El hijo menor, Arthur Rosenbaum, había aprendido el oficio de comerciante en Mannheim, donde también vivió con una breve interrupción. En 1929, se casó con Ida Postel, una joven de religión protestante de la ciudad de Ludwigshafen. Este matrimonio, calificado de „mixto“, no resistió mucho tiempo la presión sociopolítica. Cuando en 1935 las Leyes de Núremberg degradaron a los alemanes judíos a personas inferiores y la Ley para la Protección de la Sangre alemana y el Honor alemán les privó de derechos humanos fundamentales, el matrimonio judeo-cristiano no se divorció, sino que comenzó a vivir por separado: ella en Ludwigshafen y él en Mannheim. Probablemente era la manera en que Arthur quería proteger a su esposa de posibles represalias por tener relaciones familiares con judíos. En 1940, Arthur Rosenbaum fue deportado de Mannheim al campo de Gurs, en el sur de Francia. Para escapar de las terribles condiciones reinantes en el campo, Arthur se apuntó voluntariamente al trabajo. En la G.T.E. (grupo de trabajo de trabajadores extranjeros) N°182, realizó trabajos forzados cerca de Toulouse. En 1942, fue deportado del campo de Paris-Drancy al campo de concentración y exterminio de Auschwitz. Allí se perdió su rastro, de modo que el Juzgado Municipal de Mannheim lo declaró muerto en 1952 con la fecha de fallecimiento ficticia de Nochevieja del 1942.

En la primavera de 1938, el negocio que había sido regentado por la viuda Elsa Rosenthal, se enfrentó a su fin definitivo. El boicot a los negocios judíos y una multitud de restricciones, así como la muerte de su padre, hicieron que Elsa y sus hijos Günther e Ingeborg Rosenthal se trasladaran a Fráncfort del Meno. Durante el pogromo de noviembre de 1938, Günther, de 18 años, fue detenido y trasladado al campo de concentración de Dachau, del que fue liberado después de tres meses. El joven preparó su huida a Palestina, pero solo consiguió llegar hasta Yugoslavia, donde las tropas alemanas lo detuvieron en 1941. Posiblemente se encontraba entre los refugiados judíos con destino a Palestina en los barcos de vapor que fueron detenidos en el río Danubio desde diciembre de 1939. En octubre de 1941, Günther Rosenthal fue llevado con unos 2.100 hombres a Zasavica (cerca de Belgrado, hoy Serbia), donde se establecería posteriormente el campo de concentración cerca de Sremska Mitrovica, y fue fusilado como represalia por los ataques de los partisanos. Poco después, su madre y su hermana Ingeborg fueron deportadas al gueto de Litzmannstadt (hoy Lodz, Polonia). Allí se pierde su rastro: ambas fueron declaradas muertas tras el final de la guerra.

La propiedad de los Rosenbaum, confiscada en 1941, iba a ser devuelta después de la guerra, pero el Ministerio de Hacienda de Renania-Palatinado la reclamó aludiendo los gastos que había tenido para asegurar el edificio destruido por las bombas. Por ello, la „casa judía Rosenbaum“, como todavía la llamaba la oficina tributaria de Germersheim en 1949, finalmente fue demolida por la empresa constructora local Ludwig Roth y el terreno fue vendido a Eugen Nebel de Germersheim. Nada recuerda a las familias Rosenbaum y Rosenthal de Germersheim.

Notas de traducción
Leyes de Núremberg: La primera de ellas, la “Ley para la Protección de la Sangre y el Honor de los Alemanes” fue puesta en vigencia por el parlamento alemán en Núremberg el 15 de septiembre de 1935 y se convirtió en la base jurídica para la política del racismo antijudío en Alemania. Durante los ocho años posteriores, trece decretos adicionales fueron agregados a las leyes de Núremberg, entre ellos la primera definición oficial de ser judío y de ser ario de acuerdo al árbol genealógico. Las leyes de Núremberg excluyeron sistemáticamente a los judíos y la comunidad Sinti y Roma de la vida alemana.
(véase el texto de la ley en https://www.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/pdf/nuremberg15.9.1935.pdf)
Para mayores informaciones consúltese la página del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem https://www.yadvashem.org/es/holocaust/encyclopedia/nuremberg-leyes-de.html.


12. La Familia Schriesheimer (vivió en Germerhseim hasta los años 1930
en la calle Hauptstraße, sin piedras de la memoria)

Moritz Schriesheimer, comerciante de 26 años e hijo de un comerciante de ganado de la ciudad de Leutershausen de la región Bergstraße, abrió en el año 1900 una tienda en la calle principal de Germersheim, Hauptstraße 126, que ofrecía a los lugareños una gran variedad de productos desde ropa y juguetes hasta tabaco. Bajo el nombre “Zur billigen Quelle” (lit. el manantial generoso) también extrajo y distribuyó el agua mineral que se les aprovisionaba a los soldados de la guarnición. En 1898, después de la muerte de sus padres, Schriesheimer había dejado atrás a su pueblo natal. Poco después se había casado con Bertha (Betty), quien era cuatro años mayor que él, hija del sastre y distribuidor Isaak Feibelmann, ya entonces difunto. En 1907 el nombre de Bertha aparecía en el directorio de Germersheim todavía con su apellido de soltera y antes del nombre de su marido, a cuyo nombre estaba la empresa. El orden de inscripción en el directorio señala entre ambos una relación profesional de socios, pero también la existencia de una dote, que seguramente había facilitado la fundación de la empresa. Ambos cumplían las normas religiosas, sobre todo las reglas alimentarias, que eran comunes en el centro cultural del judaísmo rural del sur del Palatinado. En su vivienda, que también servía como sede comercial, nacieron los cinco niños del matrimonio: Anna Elisabeth (Liesel, 1901), Hilde, que falleció de niña (1902-1903), Erna (1906), Gertrude (1908) y Friedrich (Fritz, 1911).

En esta familia de clase media, la Primera Guerra Mundial tuvo un gran impacto, ya que la escasez de productos y el racionamiento cada vez más estricto afectaron las ventas de su empresa. En mayo de 1915 el padre de familia fue alistado y cumplió su servicio militar en la segunda compañía del batallón de reemplazo, que vigilaba el campo de prisioneros de guerra a las puertas de la ciudad. Allí se quedó Schriesheimer hasta su desmovilización en 1918 y fue elogiado por su buen desempeño. Después del cese del fuego, la ciudad perdió su guarnición y con ello casi la mitad de la población. El poder adquisitivo del pueblo bajó drásticamente por la inflación y el empobrecimiento, lo cual también ejerció mucha presión sobre el negocio de la familia Schriesheimer.

Solo la boda de la hija mayor Anna Elisabeth pudo aliviar un poco el presupuesto de la familia. En 1925 Anna se casó con el soldado francés Henri Charles Mialhe, un empleado contable formado que había servido en Germersheim durante la guerra, y se mudó con él a su pueblo, Mazamet, en el sur de Francia. Cuatro años más tarde la siguió su hermana Gertrude, quien tras alcanzar la mayoría de edad (que por aquel entonces era 21 años) se casó en diciembre de 1937 con Leopold Farkas, de ascendencia húngara, con quien gestionó una lavandería en París. A partir del año 1926 Erna, entonces de 20 años, trabajó como mecanógrafa, y después como secretaria para la Federación de Asociaciones Judías de Beneficencia de Baden en la ciudad de Karlsruhe. En el mismo año, Fritz, el hijo de 14 años, empezó una formación de aprendizaje comercial en el banco local, Stadtbank Germersheim, donde permaneció hasta finales de 1930.

Desde los años veinte Moritz Schriesheimer representó a la comunidad judía en Germersheim como segundo miembro de la junta directiva. Esta actividad, su yerno francés y su “mentalidad francófila” le convirtieron en el blanco del espionaje de la estación principal de gendarmería en Germersheim, que reportaba a la policía de Múnich en asuntos políticos y contrainteligencia. La familia Schriesheimer, para escapar de la represión antisemita que se sentía cada vez más, y etiquetados como “poco fiables para la nación”, buscaron el anonimato protector de la ciudad de Karlsruhe. Como consecuencia de que los obligaran a liquidar su empresa, Moritz se quedó sin ingresos y empezó a depender del apoyo financiero de sus hijos. Amargado, el comerciante falleció a los 64 años el 6 de octubre de 1937. El comportamiento arbitrario de las autoridades complicó aún más la vida de sus hijos, como por ejemplo en noviembre de 1937 cuando Erna y Fritz Schriesheimer solicitaron pasaportes para poder viajar a París a la boda de su hermana Gertrude. La policía secreta del estado, la Gestapo de la división local de Karlsruhe instigó el rechazo de la solicitud que les llegó por correo y sin comentarios.

Después de la muerte de su padre, Erna Schriesheimer se dedicó a cuidar a su madre, Betty Schriesheimer, y, desde principios de 1938, cuando tenía 32 años, comenzó a gestionar la oficina de Karlsruhe de la Asociación de Bienestar Israelita. En 1939 ambas mujeres prepararon su emigración a los Estados Unidos para huir del antisemitismo. Querían pasar el tiempo de espera hasta que los visados fueran expedidos en Francia, pero mientras el departamento de policía de Karlsruhe tramitaba los pasaportes (¡solo válidos durante 12 meses!) y una declaración de estar libre de deudas, el comienzo de la guerra obstruyó la ruta de escape hacia el país vecino.

El 22 de octubre de 1940 Wagner y Bürckel, los Gauleiter (jefes del distrito administrativo nazi) de Baden y de Saarpfalz, obligaron a las 6.500 personas judías que se encontraban en su zona administrativa a subir a trenes y las deportaron al campo de Gurs, ubicado a los pies de los Pirineos. Erna y Betty Schriesheimer tuvieron que desocupar su apartamento en solo dos horas, dejando atrás todo a excepción de 50 kilogramos de equipaje de mano y 100 marcos del Reich en efectivo. En el campo de Gurs el hacinamiento, las pésimas condiciones sanitarias, el frío, el hambre y la falta de suministros médicos causaron una alta tasa de mortalidad. La administración del campo liberó a Betty y Erna Schriesheimer por problemas de salud en febrero de 1941, seguramente también porque Fritz, el hijo pequeño, servía de forma voluntaria en el ejército francés. Betty y Erna fueron enviadas al pueblo de la hija mayor, Elisabeth, a Brassac-les-Mines, a condición de que se registrasen inmediatamente en el ayuntamiento y la gendarmería. Gracias a sus parientes, Betty Schriesheimer sobrevivió – al final escondida – en Francia, pero falleció en abril de 1945.

Una vez fuera del campo de Gurs, Erna Schriesheimer tuvo suficiente libertad para expedir su emigración en una carrera contrarreloj. En mayo de 1941 se presentó al consulado estadounidense en Marsella y obtuvo un pasaporte para extranjeros. Seis meses más tarde llegó el visado para los EE.UU., para el cual un estadounidense desconocido le dio la garantía personal necesaria. El escape por barco de Erna la llevó de Marsella por el Mediterráneo a la ciudad portuaria argelina de Orán. Desde allí fue en tren a Casablanca. En barco de vapor llegó a Nueva York en marzo de 1942. En el Nuevo Mundo compartió el destino de muchos refugiados sin recursos y entre 1942 y 1945 vivió modestamente trabajando como empleada doméstica. Solo pudo contactar con su familia en Francia por primera vez a principios de 1944. Su matrimonio con el comerciante Otto Löwenthal, quien había huido de Fráncfort del Meno, le concedió seguridad financiera. A partir del año 1953 vivieron juntos en Milwaukee, Wisconsin.

Desde allí Erna Schriesheimer intentó tramitar varios procedimientos de indemnización frente el estado alemán. Ella pudo demostrar el daño a la propiedad y a los ingresos con documentos, a diferencia de sus hermanas que se mudaron a Francia antes de 1930, y por eso ella tuvo la mayor responsabilidad en este proceso. Al principio reclamó 19.529 marcos alemanes en el tribunal de Karlsruhe por el saqueo de los muebles de la casa paterna que fueron incautados y subastados. La autoridad financiera local acusada enfatizó que los ingresos de la subasta de los muebles en 1940/41 solo sumaron 2.190,60 marcos del Reich. Lo que no mencionaron fue la reventa de las propiedades judías a una fracción del precio real en esa época, una de las oportunidades de enriquecimiento ofrecidas por el Estado nazi para asegurar la lealtad de la masa de conformistas. En 1960 ambas partes acordaron un 50 por ciento del valor reclamado, que fue dividido entre los cuatro hermanos. Erna Löwenthal-Schriesheimer recibió el 27 de abril de 1956 una compensación personal por su deportación y estancia en el campo de Gurs, ya considerada encarcelamiento, de 450 marcos alemanes por los 115 días. Este acuerdo dio fin en 1966 a la prolongada lucha de casi veinte años en busca de justicia. Poco después fallecieron, en primer lugar Otto Löwenthal y en 1968 Erna Schriesheimer en su país adoptivo EEUU, ambos a los 61 años.

Fritz Schriesheimer, que había trabajado como contable en la empresa textil Blicker de Karlsruhe, fue despedido en 1935 en el curso de la “arianización” de la empresa. Privado de sus perspectivas profesionales, emigró a Francia ilegalmente en septiembre de 1938, dos meses antes de cumplir 27 años, porque no quería esperar el largo proceso de aprobación de su visado para los Estados Unidos.

Hasta que explotó la guerra no pudo trabajar en Francia por falta de permiso de trabajo. Después del comienzo de la guerra, fue internado y luego asignado al servicio militar en el norte de África hasta que fue desmovilizado en septiembre de 1940. En una solicitud frente a las autoridades de la Oficina Estatal de Reparación de Baden-Württemberg, describió cómo fue llevado a un campo de trabajos forzados cerca de Colomb-Bechar, Argelia, tras ser dado de baja del servicio militar. En pleno desierto del Sáhara, los trabajadores tuvieron que cortar rocas que servían para construir una línea de ferrocarril, con escasas raciones de alimentos y bajo calor extremo. Fue liberado de un segundo campo en Kerzaz en febrero de 1941. De vuelta a Francia, primero trabajó como obrero agrícola y luego se escondió con los campesinos utilizando papeles falsificados hasta la liberación. En 1948, se casó con una mujer judía quien ya tenía dos hijos y cuyo primer marido había sido deportado y asesinado.

En el procedimiento de indemnización frente a la Oficina Estatal de Reparación de Baden-Württemberg por daños a su promoción profesional, Frédéric Richemer, como Fritz Schriesheimer se llamaba a sí mismo después de la guerra, reclamó 21.578,40 marcos alemanes. Profundamente decepcionado, rechazó el acuerdo que le ofrecieron en 1957, que le otorgaría 8.315 marcos. En cambio, demandó una indemnización por daños y perjuicios al cuerpo y a la salud en 1964, citando un dictamen pericial neuropsiquiátrico elaborado en París, que daba fe de una depresión, delirios de persecución e incapacidad parcial para el trabajo debido a lo sufrido. La demanda de Schriesheimer fue rechazada el 24 de febrero de 1970 por la 2ª Cámara de Compensación del Tribunal Regional de Karlsruhe, al igual que su apelación el 28 de junio de 1972 por el 12º Senado Civil del Tribunal Regional Superior de Karlsruhe. Según los fundamentos de la sentencia, los médicos franceses no habrían hecho un diagnóstico exacto y los jueces adoptaron la posición de Karl Peter Kisker, profesor de la Universidad de Hannover, quien por lo general evaluaba los trastornos psicológicos de los perseguidos por los nazis como resultado de estados temporales de agotamiento y perpetuaba así el acoso de las víctimas. Schriesheimer tuvo que conformarse con una pequeña indemnización tras un juicio maratónico de ocho años. Nacido en Germersheim, falleció en el año 2003 en un remoto pueblo de la Bretaña francesa.


13. La familia Schwall (vivió en Sondernheim en los años 1920,
sin piedras de la memoria)

Arthur Schwall y Eva Heitner, actores independientes, se habían casado en Berlín en 1922 y más adelante se trasladaron a Daxlanden, distrito de Karlsruhe y parroquia natal del novio, el cual provenía de una familia de posaderos de larga tradición llamada Krone. Hans Helmuth nació en la parroquia alemana Sondernheim en 1923. El poco éxito artístico de Arthur Schwall lo obligó a trabajar a medio tiempo como inspector en la fábrica de tejas de Sondernheim. A partir de 1929 manejó a tiempo completo el cine “Kronen-Lichtspiele” en Daxlanden. Su esposa, nacida y criada en Berlín, era hija de un sastre independiente, de origen judío pero no ortodoxa. Su carrera escénica comenzó en diversos teatros de Berlín en 1915, según una solicitud de indemnización escrita en 1957. Para el año 1917 recibió un contrato de larga duración en el teatro Großherzogliches Hoftheater de Oldenburg y actuó posteriormente en el teatro “Hessische Landeswanderbühne” de Darmstadt. Luego de su casamiento en noviembre de 1922, ella y su esposo trabajaron en el teatro municipal de Aarau y Coira en Suiza, y a partir de 1926 en el teatro “Badische Bühne” de Karlsruhe hasta que el régimen nacionalsocialista puso fin a la actividad escénica de Eva Schwall.

Bajo los nacionalsocialistas, la exclusión por condiciones raciales de la Cámara de Cultura del Reich, o mejor dicho la Cámara del Teatro del Reich, significó el fin de la carrera artística para la actriz de 36 años. Al estar casada con un cristiano, su matrimonio era una unión mixta privilegiada, que, sin embargo, no la protegió de la discriminación. Eva Schwall trabajó como vendedora de entradas en el cine de su esposo, hasta que en 1936 el jefe del grupo local del “Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán” (abreviado “NSDAP”) también. se lo prohibió. A esto le siguió el acoso psicológico por la “Policía Secreta del Estado”, mejor conocida como “Gestapo”. Por ejemplo, a ella la citaron a declarar porque recolectaba flores en el bosque “alemán” y porque no llevaba consigo ninguna estrella amarilla de los judíos, a pesar de que como mujer de un ario no estaba obligada. Fue atacada en una ocasión cuando envió un paquete a Germersheim para su amiga de origen judío Bertel Kahn, quien había sido deportada al campo francés de Gurs.

A principios de febrero de 1945 Eva Schwall recibió la orden de deportación para el campo de concentración de Terezín (Theresienstadt, hoy República Checa) junto a los demás judíos casados en matrimonio mixto que aún residían en Karlsruhe. Angustiado, Arthur Schwall acudió a su amigo, el ginecólogo Dr. Philipp Schmid, cuya tendencia antinazi era bien conocida. El médico le puso una inyección a su esposa, la cual le provocó una fiebre alta. Como consecuencia de ello, Eva Schwall fue declarada no apta para el traslado al campo de concentración por el funcionario médico de la salud pública. Aún así, los esposos siguieron viviendo en constante miedo.

El 4 de abril de 1945 la milicia francesa ocupó la capital de Baden. Por aquel entonces, Eva Schwall estaba a salvo, pero su salud estaba afectada a consecuencia de la prohibición de trabajo y su miedo a la deportación. Sufría constantemente de problemas del corazón, miedo a la muerte y delirio de persecución. En agosto de 1949 presentó una solicitud de resarcimiento que fue rechazada en febrero de 1953. La sentencia se basó en un dictamen pericial de la Clínica Rudolf Krehl de Heidelberg, que atribuyó los daños psicológicos a los efectos de la menopausia, consideró que la persecución era sólo un „factor coadyuvante“ y sólo estimó una reducción de la incapacidad laboral de un 30%. En 1957, cuando el abogado de los Schwall quiso apelar, acordaron rápidamente una pensión mensual de 147 marcos alemanes. Tras una enervante lucha de diez años, a los 62 años, Eva Schwall aceptó una indemnización por daños y perjuicios de 7.500 marcos.

Hans Helmuth Schwall nació el 27 de septiembre de 1923 en Sondernheim, parroquia perteneciente a la ciudad de Germersheim desde 1972. Según las Leyes de Núremberg, las cuales se definían por su carácter racista y antisemita, Hans Helmuth pertenecía a la categoría de „medio judío de primer grado“ al ser descendiente de una madre judía. Desde diciembre de 1936 era obligatorio que los niños mayores de 10 años se hicieran miembro de las “Juventudes Hitlerianas”, organización establecida por el NSDAP, por lo que Hans tuvo que hacerse miembro contra su voluntad, para luego ser excluido, pues su madre no era una aria. Entretanto, el resto de las organizaciones y clubes juveniles habían sido prohibidos. Su familia había dejado de ser bienvenida, incluso en el restaurante de su tío . Cuando tenía 18 años, Hans Helmuth fue testigo en un interrogatorio hecho por la Gestapo a su madre.

Hans Helmuth Schwall asistió a una escuela de formación comercial, en la que quería aprobar el examen para entrar a una escuela de nivel superior y así obtener el título de bachiller en comercio. No aprobó el examen y todo se redujo a su linaje, ya que las personas calificadas de “medio judíos” no tenían permitido asistir a las escuelas superiores. Finalmente, Hans adquirió una formación profesional y trabajó para el periódico “Badische Zeitung” en Karlsruhe. En 1941 tuvo que cumplir con el alistamiento militar obligatorio, pero fue designado no apto para el servicio. Por esa razón, no pudo ser reclutado y permaneció en el periódico “Badische Presse”, donde también se imprimían las Cartillas de Racionamiento para Karlsruhe. Durante el llamado “Despliegue Laboral” de marzo de 1944, unas 2.000 personas, quienes eran denominados “medio judíos”, los maridos de mujeres judías, así como miembros de la comunidad Sinti y Roma fueron llevados de la estación central de Karlsruhe a Saarlouis. Hans Helmuth pertenecía a este grupo. A sus padres se les dijo con toda claridad que serían llevados al campo de concentración en caso de que su hijo huyera.

En Francia, los deportados, junto con los convictos liberados tuvieron que construir almacenes y salas de producción subterráneos en la Ribera del Sena en turnos de 12 horas, en horarios matutinos y nocturnos, hasta septiembre de 1944. En agosto de 1944, Schwall fue reclutado como camionero de una unidad de transporte cerca de Ruan para apoyar el transporte de regreso ante el avance de los aliados. Al final recibió junto con otros trabajadores forzados una orden de marcha a la ciudad de Essen y desde allí consiguió volver a Karlsruhe. De esa manera, la familia consiguió sobrevivir a la Guerra Mundial y a la opresión de los nacionalsocialistas, pero su costo fue altísimo.


14. Auguste (Gustel) Margareta Victoria Töpfer
(piedra de la memoria en la calle 17er-Straße 13)

A principios de los años noventa, una callejuela de la ciudad de Germersheim recibió el nombre de Auguste (Gustel) Töpfer, quien fue una de las víctimas judías del nacionalsocialismo más conocidas a nivel local. La callejuela Gustel-Töpfer-Straße, una entre muchas otras vías de la zona de nuevas edificaciones Mittelgrund, representa, según un comunicado oficial, un homenaje simbólico y representativo a “todos” quienes fueron perseguidos.

La historia de este homenaje no deja lugar a dudas: con motivo del 40° aniversario de la caída de la dictadura nazi y con ello del fin de la Segunda Guerra Mundial, los diputados del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) del Concejo Municipal de Germersheim solicitaron que se dedicase a Töpfer la calle del centro de la ciudad donde ella había vivido (antes: Schillerstraße, actualmente 17er Straße). Además, habían pedido que se colocara una placa conmemorativa que diera visibilidad a la antigua sinagoga de la calle Oberamtsstraße. A pesar de que la mayoría del Concejo Municipal apoyó la idea de bautizar con el nombre Töpfer a una calle, no consiguieron ponerse de acuerdo en qué calle debía ser la elegida. Un año más tarde, los diputados del SPD pidieron que se pusiera el nombre de Gustel Töpfer a la nueva plaza que se creó donde la calle Eugen-Sauer-Straße esquina con la Sandstraße y que fuese señalada como “plaza de la comunicación”. Aun así, algunos años después, el nombre de la mujer que fuera asesinada en 1942 en el campo de concentración de Auschwitz puede leerse en la placa conmemorativa de una calle cuya ubicación pasa desapercibida.

El padre de Auguste, Bernhard Töpfer, había emigrado a Germersheim desde Bohemia y fundó allí en 1888 una tienda de grafito, talco y tierras colorantes en un edificio de la calle Schillerstraße (n.º 332, hoy calle 17er Straße, 13), junto a un taller de limpiadores de hornos y betunes para calzado en la parte trasera del edificio. Poco antes, el joven de 29 años se había casado con Emma, la mayor de los ocho hijos del dueño de la fábrica de Germersheim, Joseph Dreyfus. En la ciudad vecina de Lingenfeld, Dreyfus dirigía una fábrica de fósforos y betunes conocida como la “fábrica química”. Las hijas de Bernhard, Friderike y Auguste, nacieron en la casa de sus suegros en Lingenfeld. La muerte se ensañó con esta familia de clase media acomodada y a finales de 1911 le quitó al padre. Su viuda le siguió apenas seis años después. Friederike, la hija de 14 años, ya había muerto en 1902. Así, a finales del otoño de 1917, de la familia original de cuatro miembros, sólo quedaba Gustel Töpfer, de 22 años.

Según los archivos eclesiásticos de Alemania, en 1906 todos los miembros de la familia eran judíos. Sin embargo, tras la muerte de Bernhard Töpfer, la viuda y la hija profesaron la fe católica hasta que se convirtieron legalmente en 1917/18. Su conversión del judaísmo al cristianismo no fue la primera en Germersheim: Rudolf Kahn ya se había hecho protestante en 1915. Aún así, Auguste no fue bautizada hasta marzo de 1918, unos cuatro meses después de la muerte de su madre. Dado que en el acta de defunción del registro civil alemán Emma Töpfer ya aparecía como católica, cabe suponer que fue ella misma quien impulsó la conversión de su hija. No obstante, la reorientación religiosa de la joven no le sirvió de protección frente a ninguno de los ideologemas étnicos-raciales que usaron los nacionalsocialistas para denigrar al pueblo judío. Auguste Töpfer fue víctima de los mismos maltratos: desde 1933, la católica practicante estuvo sometida a las mismas restricciones y al mismo acoso que los „judíos practicantes“.

En otoño de 1938, el inmueble de Auguste Töpfer entró en el punto de mira de la codicia nacionalsocialista. El edificio fue confiscado, aunque al principio se le permitió quedarse viviendo ahí. En el amanecer del 22 de octubre de 1940, Gustel Töpfer, el matrimonio Kahn y a las tres hermanas Mohr fueron transportadas en autobús de Germersheim a Landau, llevando consigo apenas un equipaje ligero. Allí, los obligaron a subir a trenes con otras personas de origen judío de la zona de Sarre-Palatinado y de Baden y los trasladaron al campo de Gurs, a los pies de los Pirineos, en el sur de Francia. En Gurs, Gustel Töpfer sufrió un tiempo de serias privaciones. Mientras tanto, el Reich, la Gau (una división administrativa de la Alemania nazi) y el grupo local del NSDAP (el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) confiscaron todas las pertenencias que le quedaban. A finales de agosto de 1942, Gustel fue llevada al campo de internamiento de Drancy, cerca de París. El 4 de septiembre de 1942, el transporte n.º 28 se dirigió hacia el este, al campo de concentración y exterminio de Auschwitz. El rastro de Gustel Töpfer se pierde en la plaza del campo de concentración nazi donde evaluaban la aptitud laboral. El 14 de febrero de 1949, el juzgado de primera instancia de Germersheim declaró muerta a Gustel Töpfer y fijó la fecha de su muerte en el 31 de diciembre de 1942.


15. Flora Weil (nacida en Germersheim, sin piedra de la memoria)

Debido a la falta de datos, la biografía de Flora Weil, quien naciera el 4 de octubre de 1884 en Germersheim, tiene algunas lagunas, pero demuestra claramente, basándose en las numerosas mudanzas de la familia, cómo la vida de los judíos estuvo marcada por las restricciones y las humillaciones. Su padre, Albert Scharff, dirigió una pequeña fábrica de puros y cigarros en Germersheim durante la década de 1880. Después, tuvo una tabacalera y zapatería en Landau, una ciudad situada en el Bajo Palatinado, de donde provenían él y su esposa Marie Weil. Flora Scharff abandonó la región en 1905 al casarse con el comerciante Theodor Weil el 13 de agosto de 1872 y se trasladó con él a Estrasburgo, que en aquel entonces formaba parte de Alemania. Allí nació el 28 de junio de 1906 la única hija del matrimonio, Gertrud. A partir de 1905 Theodor Weil dirigió la destilería familiar S. Weil & Compañía, junto con el ya mayor y algo enfermo Seligmann Weil, su fundador. A partir de 1912/13 la dirección de la fábrica quedó en sus manos.

La Primera Guerra Mundial trajo consigo una economía de contingentes, causando pérdidas considerables para la empresa. Al terminar la guerra, Alemania estuvo obligada a devolver el antiguo territorio de Alsacia y Lorena a Francia y a desalojarlo en pocas semanas. Francia inició una rígida campaña de asimilación política y cultural. Se localizaban y se expulsaban todas aquellas personas que según unos cuestionables comités de selección eran «poco fiables» y «pro-Alemania». Inicialmente, esto afectó a unos 200.000 de quienes se consideraban «viejos alemanes», es decir, habitantes de la región que ellos mismos o sus padres o abuelos habían llegado a Alsacia y a Lorena desde el territorio del Reich entre 1870 y 1918. El matrimonio Weil era uno de ellos, y aunque el padre de la familia, «Théodor Weil, distillateur, 42, Bvd. de Lyon», colase como francófono en la libreta de direcciones de Estrasburgo de 1920, tuvo que abandonar la elegida patria. A los expulsados solo se les permitía llevar 30 kilos de equipaje de mano y 2.000 marcos en efectivo. Cualquier otra propiedad era confiscada por el Estado francés. Theodor y Flora Weil, junto con su hija Gertrud de casi 14 años, llegaron a Landau el 6 de junio de 1920 para crear una nueva existencia, en plena posguerra, una época marcada por la penuria económica y la ocupación francesa. A principios de 1924, Theodor asumió la dirección de la destilería Pfalzbrennerei AG en Landau. La familia tenía grandes deudas que parecen haberse debido al esfuerzo infructuoso por compensar las dificultades empresariales causadas por la crisis económica iniciada en 1929/30, de las cuales Weil, siendo director y por tanto socio de la destilería, se tuvo que hacer responsable.

Desde que los nacionalsocialistas tomaron el poder en marzo de 1933, la familia se vio sometida a una presión cada vez mayor. Cuando en octubre de 1940 los Gauleiter Bürckel y Wagner, líderes de los distritos nazis de Sarre-Palatinado (Gau Saarpfalz) y de Baden (Gau Baden), deportaron a los judíos que quedaban en sus zonas al Campo de Gurs, en el sur de Francia, Theodor y Flora Weil ya se habían trasladado a Colonia. Su hija, entretanto casada, había emigrado. En 1925, la comunidad de la sinagoga de Colonia contaba con unos 20.000 miembros, de los cuales aproximadamente la mitad consiguió salvarse emigrando. Los demás, como el matrimonio Weil, fueron apiñados en las llamadas casas del gueto. El 23 de agosto de 1941, en vistas de la escasez de espacio para vivir tras los ataques aéreos británicos, la ciudad decidió asignar esas casas a las personas que habían sufrido daños durante los bombardeos y acuartelaron a los judíos en campos de internamiento. Así, el matrimonio Weil vivió en condiciones catastróficas en el campo de Müngersdorf, donde no había ni agua corriente ni conexión al alcantarillado.

En octubre de 1941 comenzaron en Colonia las deportaciones a guetos y campos de exterminio. Inicialmente, unos 3.000 hombres, mujeres y niños judíos fueron llevados en vagones a Lodz y Riga. La situación empeoró para los que se quedaron en los cuartos húmedos sin calefacción debido a la dureza del invierno de 1941/42 y, de nuevo, a principios de junio de 1942, cuando el asilo judío para enfermos y ancianos (Israelitisches Asyl für Kranke und Altersschwache) de Colonia-Ehrenfeld tuvo que ser trasladado a Müngersdorf por causa de un bombardeo. Debido a la falta de espacio, los ancianos y los enfermos fueron alojados con familiares que ya vivían en el campamento. Las condiciones higiénicas y el gran número de personas enfermas y debilitadas físicamente provocaron un aumento significativo de las muertes. La administración del campo era responsabilidad de los representantes de la oficina del distrito de Renania de la Asociación de los Judíos del Reich en Alemania (Reichsvereinigung der Juden in Deutschland, RVJ), una organización creada por los nacionalsocialistas en la que todas las personas consideradas judías según las Leyes de Núremberg debían afiliarse y pagar contribuciones obligatorias. Esta organización, que estaba bajo el control de la Gestapo, la Policía Secreta de la Alemania nazi, y de las autoridades locales, tenía que notificar a quienes de sus miembros iban a ser enviados al campo de deportación, organizaban los traslados, adquirían alimentos y cobraban el alquiler. Un 80 % de los internos fueron forzados a trabajar en el campo o en las fábricas de los alrededores. A partir de junio de 1942, otras 3.500 personas fueron deportadas desde Colonia al gueto de Theresienstadt y de allí directamente a los campos de exterminio de Maly Trostenets, Minsk, Belzec, Sobibor, Treblinka y Auschwitz-Birkenau. Entre ellos se encontraban Theodor y Flora Weil, quienes fueron transportados al gueto de Theresienstadt el 16 de junio de 1942. El 19 de septiembre de 1942 fueron deportados por última vez, esta vez al campo de exterminio de Treblinka, donde fueron asesinados el 21 o 22 de septiembre de 1942.

Nota de Traducción
Leyes de Núremberg: La primera de ellas, la “Ley para la Protección de la Sangre y el Honor de los Alemanes” fue puesta en vigencia por el parlamento alemán en Núremberg el 15 de septiembre de 1935 y se convirtió en la base jurídica para la política del racismo antijudío en Alemania. Durante los ocho años posteriores, trece decretos adicionales fueron agregados a las leyes de Núremberg, entre ellos la primera definición oficial de ser judío y de ser ario de acuerdo al árbol genealógico. Las leyes de Núremberg excluyeron sistemáticamente a los judíos y la comunidad Sinti y Roma de la vida alemana.
(véase el texto de la ley en https://www.yadvashem.org/yv/es/holocaust/about/pdf/nuremberg15.9.1935.pdf)
Para mayores informaciones consúltese la página del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem https://www.yadvashem.org/es/holocaust/encyclopedia/nuremberg-leyes-de.html